El mate, símbolo constituyente de la argentinidad al palo, tiene parientes directos. Te contamos quién es el primo hermano de esta infusión: el yerbiado.

#QueLaBombillaSeaIrupé

Bianca Ruggia

La historia del mate se remonta a tiempos anteriores a la colonia. De a poquito, en diferentes zonas de Latinoamérica, se hizo costumbre esta infusión que representa la unión y la colectividad. Tanto en Argentina, como en Uruguay, Paraguay y el sur de Brasil, el mate es constitutivo de nuestra identidad. Cada uno con su marca de originalidad.

Los uruguayos, por ejemplo, lo preparan generalmente en recipiente de cuero y vidrio, aunque también lo preparan en porongos pequeños, o sea, en recipientes de calabaza. Ellos tienen todo un ritual, su yerba tiene más polvo y en general no es elaborada con palo. Por otro lado, al sur de Brasil la población gaúcha toma el chimarrão en porongos gigantes, con una yerba verde flúor que es casi polvo puro. Si hasta tienen una pequeña funda de tela que funciona como filtro para que no se tape la bombilla. Por otro lado, en Paraguay, además del mate, también se toma el tereré. O sea, mate, pero con líquido fresco que está compuesto por infusiones con frutas y hierbas heladas. La versión industrializada del tereré lleva gaseosa o jugo en polvo. En algunas zonas de Argentina, también lo tomamos así fresco, sobre todo en la zona del Litoral.

Por eso, esta tradición que nos une a los pueblos latinoamericanos y entre los cuales nos disputamos su origen, tiene muchos parientes lejanos y directos. Como el mate cocido y el famoso yerbiado. Famoso en el monte cordobés por su origen ancestral y su práctica cotidiana. Se trata de una “infusión hecha con la misma yerba mate, pero en un recipiente grande y con mucha agua. Según la cantidad de personas en torno a la mesa, se puede usar para su elaboración desde un jarrito a una olla. Cuando se cocina afuera y con leña, el yerbiado se prepara en ‘tachos’ destinados especialmente”, nos cuentan desde el grupo Cuentos en Boca y su proyecto de recopilación de recetas y costumbres de la provincia.

Yerbiado a mansalva

Cuando los consumidores son muchos, la ceremonia se convierte en una “tachada”. El momento de hacer muchos tachos de yerbiado para que nadie se quede sin consumirlo. En nuestro país la yerba mate crece en Misiones, Corrientes y Entre Ríos. Sin embargo, el monte cordobés nos regala yuyitos para complementar, degustar, decorar y condimentar el yerbiado o el mate. Son infinitas las posibilidades que nos proporciona la naturaleza cordobesa.

Palo amarillo, carqueja, jarilla, cola de caballo y más… Todas con sus propiedades medicinales y sus sabores particulares. Todas con un detalle de su especie que las hace únicas, cada una con su aroma delicioso. Además de las mencionadas anteriormente, hay algunas muy especiales. Entre las más populares y más preciadas por la población en general, están las siguientes autóctonas de San Esteban, Córdoba.

Menta

Es la más famosa de todas las hierbas. Se utiliza para tragos, cocktails y recetas. Se popularizó como refrescante bucal y fue utilizado durante cientos de años por sus propiedades medicinales. Tiene más de dos docenas de especies, entre ellas, la hierba buena, que es una planta multirresistente y queda pipí cucú en el mate o en la preparación del yerbiado. Sirve para tratar el asma, la rinitis, la digestión, y muchísimas cosas más.

Tomillo

El tomillo tiene su alma gemela gourmet. Existe una variedad que es para el mate o yerbiado y otra que es para la cocina. “Son de aromas muy diferentes, aunque se ven muy parecidos en su aspecto. Imposible equivocarse si uno anda con la nariz atenta”. Esta variedad matera se conoce popularmente como “tomillo de las sierras”.  Cuenta con propiedades estimulantes, digestivas, carminativas y vulnerarias.

Poleo

Esta bendita planta ayuda a disminuir los cólicos que genera el útero durante su contracción y dilatación en el proceso menstrual. Crece en el medio del monte y se caracteriza por sus propiedades digestivas, carminativas, coleréticas y afrodisíacas. Toda una novedad. Su uso puede darse en el yerbiado, como infusión o en el mate. Su aspecto es muy bonito y llamativo, ya que cuenta con florcitas violáceas.

Peperina

La gran cordobesa gran. La más famosa de todas las hierbas: la peperina. Esta aromática con la que nuestro corazón está condimentado se puede usar para el yerbiado, para el mate e incluso puede consumirse como jugo. Ya que su preparación en frío es una delicia. También ayuda a la digestión, y es la protagonista de un rock.