Valeria Trapaga es la primera sommelier de mate del país. En una charla TED soltó la frase, “Frente al mate somos todos iguales”. Esa condición fue una de las tantas cosas que la atrajo y la llevó a volverse experta en los secretos de esta bebida ritual de los argentinos.

Trapaga, que recorre el país compartiendo sus conocimientos sobre la yerba mate en charlas y reuniones, agrega que “la yerba mate no es hoja molida metida dentro de un paquete, es mucho, mucho más que eso”.
La especialista se declara enamorada del mate y aprovecha para desmentir las 3 creencias más difundidas sobre esta bebida:

“El polvo de la yerba mate hace mal”.
Falso. El polvo de hoja es uno de los componentes más virtuosos de esta infusión, le aporta suavidad y espumosidad. Hace que los mates sean ricos y rendidores.

“Raspar el mate es correcto para destapar la bombilla”.
No está comprobado. Para que la bombilla no se tape, lo mejor que podemos hacer es echar un chorrito de agua fría o tibia al comenzar el mate, así la yerba se hincha y en este estado no ingresa dentro de la bombilla.

“Se puede tomar el mate a más de 85 grados de temperatura”. O “Si se hierve el agua, enfriarla con un chorro de agua fría”.

Error. De este modo se arruina toda la bebida porque cuando el agua hierve le quitamos el oxígeno, y por ende el poder de solvencia, que es lo que permite que la yerba muestre todos sus sabores y aromas.

Los 6 secretos para hacer un buen mate:

1 – Se llena tres cuartas partes del mate.

2 – Se lo sacude tapando la boca del mate con la palma de la mano.

3 – Se deja toda la yerba de uno de los lados del recipiente para que al pararlo quede colocada en forma oblicua.

4 – Se echa un chorro de agua fría o tibia en la parte del mate donde hay menos yerba, de decir, en la parte de abajo de la inclinación. Cuando la yerba se hincha, allí es donde se coloca la bombilla.

5 – Se ceba el mate vertiendo el agua lo más cerca posible de la bombilla para evitar mojar toda la yerba. De esta manera, conservará su sabor por más tiempo porque cada vez que volquemos agua al recipiente la yerba que está seca irá alimentando, liberando gradualmente, el sabor. Si se moja toda la yerba los mates se lavarán más rápido.

6 – Se recomienda no mover la bombilla una vez que se inicie el mate para que no se tape y para que la yerba seca no se moje.

“Cebar no es servir. Cebar significa repartir alimentando, una acción en la que necesito poner una cuota de amor, de cariño y dedicación. La idea es que empecemos a cebar y no a servir mates”, comentó Trapaga.

Según la sommelier “la magia más grande que tiene el mate la heredamos de los guaraníes que la descubrieron. Ellos ordenaban su vida según un principio de reciprocidad porque consideraban que no era más rico el que más tenía si no el que mayor capacidad tuviera de compartir los bienes materiales y espirituales con los demás. Por eso cuando descubrieron la yerba mate y la hicieron parte de sus vidas, porque para ellos era una pócima, decidieron que la tenían que compartir. Y fue frente al fuego, que era sagrado, y pasándose un cuenco, que tomaron esta decisión. Hoy al mate lo compartimos gracias a ese gesto, a ese mensaje tan místico y tan mágico de los guaraníes”, explicó.

Fuente: JujuyAlMomento.com